La artrosis es una enfermedad crónica
degenerativa que afecta a las articulaciones, cuyas mayores articulaciones
afectadas son las rodillas, manos, cadera y columna. La artrosis afecta usualmente
a los adultos mayores. El síntoma característico es el dolor y la inflamación
que en algunos casos puede impedir la normal movilidad de una persona, el dolor
se incrementa generalmente después de los ejercicios. La artrosis se diferencia
de la artritis, ya que corresponde al “desgaste” de las articulaciones pudiendo
llegar a la estructura ósea propiamente tal; y el dolor es de tipo mecánico. También
puede afectar a los tejidos asociados como los ligamentos, hueso subcondreal,
cápsula, membrana sinovial y músculos periarticulares.
El cartílago puede
degenerar llegando a fisuras y ulceraciones en la superficie de la
articulación. Según la OMS está asociada a la edad, pero, hay otros factores
que contribuyen como los genéticos (antecedentes familiares), desordenes
anatómicos (congénitos, dislocaciones, etc.), obesidad, desordenes metabólicos,
enfermedades endocrinas, desordenes de renovación ósea, coagulación,
infecciones articulares, depósitos de cristales, historial de traumas,
debilidad muscular, entre otros más.
Chile es el tercer país de Latinoamérica con
más alta incidencia de artrosis y las mujeres poseen una tasa de 2,6 veces
mayor a los hombres de padecerla. La rodilla es la articulación más afectada
por ésta enfermedad en ambos sexos. Según estudios de la Universidad de Chile
(2005, Farmacoterapia en Adultos) un 30-40% de la población mayor de 65 años
padece artrosis. Hay que considerar que la población adulta mayor posee un
mayor porcentaje de modo que dicho grupo etáreo manifiesta con mayor prevalencia
estas enfermedades articulares, y lógicamente que el desgaste natural afecta.
La educación, el empoderamiento y
alfabetización de la población ayuda positivamente en el autocuidado. Para esto
la prevención es lo mejor debido que no existe un tratamiento efectivo que cure
ésta enfermedad, y los tratamientos colaboran en el avance de la enfermedad
mejorando la calidad de vida de las personas.
Algunos consejos son:
- Alimentación saludable para mantener el peso y evitar la obesidad: un aumento de peso agravaría la situación con el aumento de los síntomas (dolor).
- Descanso adecuado y ejercicios suaves para mantener la movilidad (rango articular) por ejemplo ejercicios en el agua que son muy recomendados.
- Evitar cargar peso y hacer movimientos bruscos (por ejemplo saltar).
- Evitar posiciones fijas por mucho tiempo, por ejemplo estar sentado, arrodillado o en cuclillas.
- Aplicación de compresas de agua fría, hielo, o aplicación de calor (guatero, luz infrarroja, arena caliente) siempre con el resguardo de una funda que proteja la piel.
- Masajes.
- Aptitud mental positiva (cuando hay depresión o ansiedad ya que puede afectar a la percepción del dolor).
- Estar atento a algunos crujidos de las articulaciones, rigidez articular (generalmente matinal), inestabilidad articular, limitaciones del rango articular (rango del movimiento), inflamaciones articulares sin motivo alguno. Si hay presencia debe acudir a su profesional de salud aconsejando a un kinesiólogo preferentemente para algún programa de fisioterapia, ejercicios aerobios, ejercicios de mantención del rango articular, ejercicios de fortalecimiento de musculatura, entre otros.
Los baños con agua de mar son muy beneficiosos,
ya que el balance alcalino colabora con la regeneración de los tejidos y
nutrición del tejido óseo. La presencia de varios iones en el agua de mar
colaboraría en esto. La correcta ventilación y respiración es imprescindible ya
que compromete a las mitocondrias en sus procesos energéticos y evita
acumulación de CO2 en el cuerpo humano como desecho metabólico.
Ejercicios de yoga son recomendados ya que no
son de alto impacto a las personas y tienen una eficacia indiscutible de miles
de años; algunas posturas serían trikonasana, bhijangasana, shalabhasana,
naukusana, vakrasana y shavasana. La práctica regular colaboraría con la salud
del paciente.
Respecto a investigaciones se ha revelado que
la aplicación local (externa) de capsaicina (ají) es superior al placebo y
disminuye el consumo de antiinflamatorios no esteroidales. Algunas revisiones
científicas sobre estudios de investigación en el uso de plantas medicinales en
el tratamiento de la osteoartritis (Escuela de Medicina de Maryland, 2001) han
encontrado que el uso de la capsaicina derivado del ají en preparaciones
tópicas mejoran el dolor y sensibilidad articular en períodos de 8-12 semanas
comparados con la crema de vehículo o placebo.
También el uso del jengibre en extractos (170 mg) estandarizados por 3
semanas comparados al ibuprofeno (400 mg), lamentablemente no hubo diferencia
con el placebo y extracto de jengibre. El jengibre puede ser usado en forma
interna como externa; se ha comprobado que reduce la producción de leucotrienos
sustancias que promueven la inflamación en los ligamentos; además que contiene
salicilatos los cuales son transformados en el cuerpo en ácido salicílico. Éste
último ácido también inhibe la producción de leucotrienos en los procesos
inflamatorios.
En venta comercial libre está disponible la
condroitina sulfato y glucosamina sulfato. El primero lo extraen de los
cartílagos de animales como la vaca y tiburón y el segundo del caparazón de
cangrejos, langostas o camarones. Las evidencias han sido muy contradictorias,
pero, algunos países como Alemania han evidenciado la formación de hígado graso
(esteatosis) como también incrementos de los niveles de glicemia plasmáticos (hiperglicemia)
en pacientes prediabéticos (diabetes tipo II) y diabéticos (diabetes de tipo I)
lo cual es muy contraproducente a la salud. Algunos efectos secundarios son
náuseas, diarreas y dolor de cabeza. Otros estudios evidencian que podrían
modificar la estructura del cartílago.
Una buena alternativa es la acupuntura por
profesionales de salud autorizados, ésta Medicina Tradicional China colabora
positivamente en el dolor. El procedimiento ayuda a restaurar los bloqueos
energéticos y la producción de endorfinas y serotonina, así se restaura las
capacidades naturales de curación del paciente.
La Naturopatía (Medicina Alternativa y
Complementaria) tiene como prioridad la alimentación principalmente de base
vegetal de frutas y verduras, vegetales crudos en forma de ensalada u horneados
al vapor. Se aconseja como ensalada cruda repollo, zanahoria, apio, pepino,
endivia, lechuga, cebolla, rábanos, tomates y berros. En la modalidad horneada
al vapor están espárragos, betarraga, coliflor, repollo, zanahoria, apio,
hongos, cebollas, arvejas, espinacas, tomates, zapallo y nabos. El jugo de piña
es muy recomendable ya que su principio activo la “bromelina” es un potente
antiinflamatorio. El jugo de papa cruda ha sido usado por siglos para
afecciones reumáticas y artríticas por la medicina folclórica; se pela una papa
y se corta en rebanadas y se deja remojando toda la noche en agua fría; al día
siguiente se filtra y se bebe el agua con el estómago vacío. También se puede
optar por el jugo fresco de papa y se mezcla con agua fría (50:50) y se bebe
durante la mañana.
La medicina herbal posee actividad en su baja
concentración si solo si se consumen por largo período de tiempo; lo cual no se
refleja en personas que buscan una medicina mágica de efecto casi “express” a
sus dolencias. El consumo de productos naturales busca “modificar” el “natural”
proceso de “envejecimiento”. Hay que dejar muy claro la relación
“dosis-respuesta” del tratamiento herbal que posee su contraparte
“dosis-toxicidad”. Lo que buscan las investigaciones es descubrir ese potencial
y evitar consecuencias negativas en la salud de las personas; por eso busque
profesionales de salud especializados y certificados y no piense porque es
natural no posee efectos negativos en la salud, eso no es así. No olvidar que
siempre hay un potencial de interacción entre las drogas farmacéuticas y
algunos productos naturales; el objetivo puede ser no reemplazar el fármaco
sino complementarlo para reducir las dosis. En otros casos reemplazar un
fármaco requiere formación avanzada ya que muchas veces hay compromisos de
otras enfermedades que están involucradas con la artrosis.
Algunos estudios científicos han demostrado las
propiedades de la cúrcuma y entre algunas de ellas la antiinflamatoria, protege
a los condrocitos (células productoras de cartílago) de los efectos de la IL-1
(Universidad de Nottingham, 2012). El mismo grupo de investigadores combinaron
los efectos de la cúrcuma con el revesterol (presente en el vino tinto),
interesante combinación, demostrando que es más efectiva que sus componentes
solos. Encontraron que inhibe la apoptosis o muerte celular programada por medio
de las caspasas. Esto quiere decir que mezcle en sus comidas el condimento de
cúrcuma con el vino tinto (con moderación).
Algunos estudios evidencian el consumo de
aceite de pescado por su riqueza en omega 3 que posee propiedades
antiinflamatorias y la presencia de vitamina D cuyo rol es la producción de
proteoglicano en el cartílago lo que colabora en la “mantención” (no confundir
con solución o erradicar la enfermedad). Otros estudios con aceite de linaza
rico en ácido alfa-linoleico el cual puede ayudar a reducir la inflamación.
Investigaciones con la ortiga ha
demostrado que las pequeñas agujas que poseen al penetrar la piel
(proceso conocido como “ortigearse” y se azota la planta en contra de la piel)
es capaz de inducir la producción de varios productos químicos y entre ellos la
histamina y serotonina reduciendo el dolor y las molestias articulares, la
irritación de la piel “anula” los dolores articulares (Artrithis Research UK,
Complementary and Alternative Medicine, 2012).
Hay que tener en consideración que la población
adulta mayor está en crecimiento a nivel mundial, la pirámide poblacional está
invertida, y hay un incremento del consumo de medicina herbal (medicina
alternativa y complementaria) para tratamientos musculo esqueléticos. Se deben
considerar otras áreas como la gastrointestinal en la digestión y absorción de
los componentes activos para combatir la enfermedad; así como también otros
procesos de biodisponibilidad, distribución y excreción. Por lo que la salud no
solo de las osteomuscular está involucrada, sino de otros órganos y sistemas
para obtener buenos resultados.
Dr. Abed Burgos Arias
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